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Paciente que llega muy preocupada a la consulta del
especialista explicando que hace unos meses estuvo enferma por coronavirus y
que ahora nota que el pelo se le cae a mechones. Tanto es así, que incluso trae
consigo fotografías en su móvil o varios puñados de cabello para demostrar que
su alarma no es infundada.
Las consultas de este estilo, más frecuentes en mujeres,
pero también en varones, han crecido exponencialmente en las últimas semanas,
según han podido comprobar los especialistas de nuestra Unidad de Tricología y Trasplante Capilar, que han llevado a cabo un estudio de pacientes para
corroborar si esta impresión que tienen los pacientes se corresponde con una
realidad clínica o no.
Por qué se cae el pelo después de haber tenido coronavirus
Según sus averiguaciones, esta relación existe, y así lo han explicado en varios medios de comunicación. Es decir, es esperable que después de haber pasado la infección por coronavirus SARS-CoV-2 se produzca una caída masiva del cabello y no solo por el estrés derivado del
confinamiento, de haberse contagiado o de la incertidumbre sobre el presente y
futuro de la pandemia.
Según resumen nuestros expertos, el fenómeno tiene, además,
relación con haber sufrido la infección con cierto grado de severidad; es
decir, con un componente inflamatorio y febril importante. De esta forma, han acreditado
que los pacientes que en su día tuvieron episodios de fiebre alta ahora están
experimentando caída de cabello en mayor proporción que los que pasaron la
enfermedad de manera más leve.
Para entenderlo, nuestro experto explica que, al contrario de lo que ocurre en los animales que mudan una o dos veces al año, los humanos estamos en un proceso de renovación capilar constante en el que alrededor del 90% de nuestro cabello está creciendo, mientras el 10% restante se va cayendo cada día. La fase de caída, llamada fase telógena, no se produce inmediatamente después del episodio febril o del problema de salud en cuestión, sino que tarda entre tres y cuatro meses. Es decir, la fiebre actúa como desencadenante del proceso de caída, pero el mensaje que envía al folículo no llega instantáneamente.
Las pregunta obligadas a continuación son: ¿me voy a quedar
calvo? ¿es grave? ¿tiene solución? Pues bien, según las explicaciones de nuestros
tricólogos, aunque la caída del cabello asociada a la infección por coronavirus
es verdaderamente llamativa y es normal que produzca angustia a quien la sufre,
hay que mantener la calma, ya que se trata de una pérdida de cabello denominada
efluvio telógeno que no reviste gravedad y que remite al cabo de un tiempo sin dejar secuelas.
Efluvio telógeno y coronavirus
El efluvio telógeno, de hecho, es una alteración de ciclo de regeneración capilar ampliamente conocido y descrito por los especialistas en tricología. Este fenómeno ocurre cuando la raíz del folículo piloso sufre un daño específico que interrumpe su ciclo normal de crecimiento. Esta agresión puede ser desde una infección (como en el caso del coronavirus), a una cirugía, pasando por algún evento traumático o estresante, el parto o algunos déficits vitamínicos.
En ocasiones no es posible identificar la causa del efluvio telógeno de manera clara y, en otras, los motivos del efluvio son múltiples y coincidentes en el tiempo. En el caso del coronavirus, además de la inflamación y de la fiebre nos encontramos con una situación de estrés y angustia que, sin duda, ha repercutido en un agravamiento de la patología. El Dr. Muñoz explica que "nunca se pierde el pelo por completo, bajo ningún concepto. Volvería a aparecer solo en la inmensa mayoría de los casos, aunque con algunos pacientes, sobre todo si están un poquito estresados, podemos poner algo para agilizar los trámites, como minoxidil o plasma. Pero en general sin hacer nada se resuelve".
En cualquier caso, cuando se conoce la causa de base y es tratable, es
importante corregirla para que el efluvio telógeno mejore y no provoque esas situaciones de ansiedad, preocupación excesiva o perjudique la autoestima de los pacientes. Generalmente, hay
que explicar que desde que se produce el daño que afecta al ciclo de
crecimiento capilar, hasta que la caída del cabello resulta evidente pasan dos
o tres meses y que los tratamientos, a su vez, también tardan un tiempo en hacer efecto.
Si el efluvio telógeno no se resuelve espontáneamente, hay que buscar ayuda médica y un diagnóstico fiable. Éste se lleva a cabo mediante la valoración de
la historia clínica, la exploración médica y la tricoscopia digital. De esta
forma, el especialista puede identificar las posibles causas del efluvio
telógeno, valorar la calidad del cabello mediante la realización de un pull-test
(consistente en tirar del pelo con suavidad) y ver su estructura capilar con
detalle gracias al microscopio digital.
Asimismo, se suelen prescribir analíticas completas para
conocer la función tiroidea, los niveles de hierro, oligoelementos y vitaminas,
así como otros parámetros que el especialista considere de interés en función
del caso individual de cada paciente.
Consejos para la caída del pelo telógeno después del coronavirus
No te asustes
El efluvio telógeno es una caída de cabello transitoria.
Puede ser más o menos llamativa o evidente, pero en realidad no es más que una
aceleración del ciclo vital del pelo, de manera que tendrá una duración de
entre tres y seis meses volverá a crecer al cabo de otros dos o tres meses. Hay
que insistir en que la mayoría de los casos de efluvio telógeno se deben a
causas puntuales y aisladas en el tiempo. Por eso, no suele requerir ningún
tipo de tratamiento, salvo esperar pacientemente a que cabello se renueve por
sí solo.
Péinate y lávate el pelo como siempre
Entre tanto, hay que mantener los hábitos de cepillado e
higiene capilar habituales. Todavía persiste la creencia de que dejar de peinar
o lavar el cabello con menos frecuencia hará que el pelo se caiga menos, pero
no es así. De hecho, incluso sucede todo lo contrario. Según repiten nuestros
especialistas, el lavado frecuente y el cepillado normal ayudan a desprender
los pelos que están a punto de caer, dejando vía libre para que los nuevos
cabellos crezcan antes y el efluvio telógeno revierta más deprisa.
Cuándo buscar ayuda para el efluvio telógeno
Si la situación se prolonga más allá de estos plazos o si el
paciente se encuentra especialmente angustiado por esta caída del cabello debe
acudir a un tricólogo para evitar que el efluvio telógeno agudo se convierta en
un proceso crónico, para descartar la existencia de otro tipo de trastornos o la
existencia de otras coases de alopecia como la androgenética (al fin y al cabo,
es la más frecuente) o para que prescriba un tratamiento individualizado que
acorte este proceso de recuperación del efluvio.
Existen alternativas para este fin como pueden como el minoxidil, las infiltraciones de plasma rico en factores de crecimiento y algunos nutricosméticos. A este respecto, hemos de recordar que buena parte de los suplementos nutricionales que se venden con la promesa de evitar o frenar la caída del cabello no son efectivos, de manera que no es recomendable empezar a tomarlos sin contar con asesoramiento previo por parte de un especialista en tricología.
Septiembre
2020
Centro Grupo Pedro Jaén