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La primavera es la época idónea para hacer una puesta a
punto de cara al verano para que nuestra piel y nuestro pelo no solo luzcan
sanos y radiantes, sino también para que no sufran con los rigores de la
radiación solar, el salitre del mar, la arena de la playa, el cloro de las
piscinas y los excesos de las vacaciones.
Revisa tus lunares
Tal y como te contábamos hace unos días en este mismo blog,
la primavera es la época idónea para chequear los lunares que tengamos en todo
nuestro cuerpo. Esta revisión nos ayuda a darnos cuenta de si han aparecido
algunos nuevos y, sobre todo, a detectar
si los que ya teníamos han sufrido algún cambio que nos alerte de que dicho
lunar corre peligro de malignizarse.
De esta forma, si notamos que alguno de nuestros lunares ha
sufrido modificaciones en el color, la forma, los bordes, el tamaño, la textura
o si ha sangrado, molesta o pica es conveniente pedir cita con el dermatólogo
para, en caso necesario actuar a tiempo.
Para tener más pistas de cómo identificar un lunar
sospechoso, la Dra. Jiménez nos daba dos consejos básicos: el síndrome del
patito feo y la regla del ABCDE, cuyos detalles puedes encontrar aquí.
Protégete del sol por fuera… y por dentro
La radiación ultravioleta no solo es responsable del melanoma (el cáncer de piel más agresivo). Además, es determinante en el
proceso de envejecimiento cutáneo y responsable de las temidas manchas solares
que afean manos, cara y escote. Descuidar la fotoprotección es asegurarse no solo
la aparición de manchas nuevas, sino de que las que ya existen se vuelvan más
oscuras y, en consecuencia, más difíciles de eliminar en el futuro.
Por eso es recomendable usar cremas y cosméticos con filtro solar
elevado diariamente. Además, hay que evitar la exposición al sol en las horas
centrales del día, incluso en estas semanas en las que el calor no es demasiado
intenso, ya que eso incrementa la sensación de seguridad y favorece que seamos
más laxos con las medidas fotoprotectoras.
Estas semanas primaverales son idóneas para tomar
fotoprotectores orales que ayuden a preparar la piel para cuando empecemos a
usar de continuo bañadores, bikinis y ropa que deja al descubierto superficies
de la piel que durante el resto del año están protegidas por la ropa. Eso sí,
no olvides que estos comprimidos, si bien representan un excelente complemento
para cuidar nuestra piel y prevenir los daños asociados a la exposición solar, no
sustituyen a las cremas solares ni a las barreras físicas frente al sol (ropa,
gorros, pañuelos…).
Remodelación corporal antes del verano
Quitarse la pesada ropa de invierno nos da la excusa
perfecta para poner a punto nuestro cuerpo con tratamientos de remodelación que
ayudarán a deshacernos de la grasa localizada, la celulitis, la piel de naranja
y los líquidos acumulados. Así afrontaremos los meses de calor con una figura
más tonificada y un cuerpo más ligero.
De esta forma, los tratamientos combinados con equipos de radiofrecuencia,
vacuumterapia, luz infrarroja y masaje anticelulítico van a contribuir
decisivamente a movilizar los tejidos mejorando su tono y su textura, a
disolver los acúmulos de grasa y a drenar el exceso de líquido y toxinas que
asfixian y confieren a la superficie corporal un aspecto apagado e irregular.
La mayor ventaja de los tratamientos de remodelación corporal
es que pueden iniciarse y continuarse durante la época estival, ya que no
tienen contraindicaciones estacionales.
Rejuvenecimiento facial
Al tiempo que ponemos a punto nuestro cuerpo, podemos hacer
lo propio con nuestro rostro. Los tratamientos con toxina botulínica, la
mesoterapia facial, la radiofrecuencia, los rellenos del tipo ácido hialurónico, los hilos tensores y las infiltraciones de plasma rico en plaquetas son compatibles
con los rigores del sol y del calor, ya que se trata de procedimientos mínimamente
invasivos que apenas causan molestias o incomodidad. De hecho, permiten que los
pacientes sigan haciendo vida completamente normal después de las sesiones.
Combinar estos recursos estéticos repercute en una
remodelación del óvalo facial, además de en una piel más tensa y firme. En
conjunto, la epidermis recobra aspecto más jugoso y radiante y está en mejores
condiciones para afrontar los rigores del calor.
Por su parte, los peelings medios y profundos y los tratamientos con láseres ablativos deben postergarse hasta el otoño o el
invierno. Estos tratamientos, aunque son seguros y ofrecen muy buenos
resultados, resultan más agresivos para le piel, ya que su acción renovadora se
basa en eliminar la capa más superficial de la epidermis.
Esto deja las capas profundas mucho más expuestas a los
daños provocados, fundamentalmente, por la radiación solar, a la que no es
conveniente exponerse durante un periodo de tiempo bastante prolongado. No observar esta precaución dificulta la cicatrización,
la renovación cutánea y favorece la aparición de manchas y arrugas. Es decir, el
efecto completamente opuesto al que se busca.
Cuidados diarios de la piel
En este punto cabe recordar que en esta época del año
conviene consultar con el dermatólogo la necesidad de introducir cambios en la
rutina del cuidado diario de la piel. En esta aspecto, el especialista puede
recomendar formulaciones más ligeras pero igualmente hidratantes y nutritivas,
o la realización de una exfoliación suave para favorecer la limpieza y la
oxigenación de la piel; algo que va a multiplicar la eficacia de los
tratamientos posteriores.
En función del estado de la piel, no viene mal un aporte
extra de nutrición e hidratación de la piel y en cualquier caso es conveniente
subir un poco el factor de protección solar de cremas y cosméticos.
Depilación láser ¿sí o no?
Los equipos de depilación actuales permiten, al contrario de
lo que sucedía hasta hace muy pocos años, seguir con las sesiones durante los meses
de verano. No obstante, hay que cumplir una serie de recomendaciones específicas
de esta época del año que pueden suponer un inconveniente.
Para empezar, no se deben usar productos decolorantes del
vello ni cremas autobronceadoras (muy habituales en primavera para mejorar el
tono de la piel). En la semana o diez días previos a la sesión con láser no se puede
tomar el sol; tampoco en las siguientes 24-48 horas (o incluso más si el
dermatólogo lo estima necesario).
Cirugía
Por poco invasiva que sea una intervención quirúrgica, siempre va asociada a ciertas molestias, hematomas y algo de dolor. En el caso de la cirugía estética, tanto facial como corporal, el postoperatorio suele requerir de vendajes compresivos, fajas, bandas de sostén… no resultan muy cómodas en la época de calor. Por este motivo, salvo casos especiales, la recomendación de la mayoría de los especialistas de dejar el quirófano para después del verano… y hacerse tratamientos menos invasivos en estos meses.
Junio
2019
Centro Grupo Pedro Jaén