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Los peelings químicos son una de las mejores alternativas
para actuar sobre varios factores que afean y envejecen nuestra piel, como son
las manchas, la textura engrosada, la luminosidad, las marcas de acné y las
arrugas superficiales finas. Aunque se puede aplicar en cualquier parte del
cuerpo, el uso más frecuente del peeling químico es como tratamiento para el
rostro.
Este procedimiento habitualmente se lleva a cabo en la
consulta del dermatólogo en apenas 20 minutos desde que el paciente entra y
sale de ella. No obstante, y debido al auge de la cosmética casera y el Do it
yourself (DYT o hazlo tú mismo, en inglés) existe la posibilidad de imitar este
tratamiento en casa con diferentes kits caseros o recetas que se encuentran por
Internet.
Sin embargo, esta tendencia a aplicar tratamientos sin la
supervisión de un especialista suele hacer saltar las alarmas de los
profesionales no tanto por la eficacia de estos remedios caseros, sino por los
riesgos que pueden representar para los usuarios que se animen a probarlos en
casa.
Qué es un peeling químico
Un peeling químico es un tratamiento estético que consiste
en aplicar en el rostro una especie de mascarilla compuesta por ácidos,
normalmente procedentes de las frutas, a diversas concentraciones para
conseguir una exfoliación de las capas superficiales de la piel. Cuando ésta se
pela (a ese concepto alude el término en inglés peeling) conseguimos que la
piel se vea más limpia, luminosa, uniforme y jugosa.
Indicaciones del peeling químico
Existen muchas indicaciones para llevar a cabo un peeling
químico: regular la producción de grasa, desobstruir y limpiar los poros,
renovar la superficie de la piel, atenuar manchas y arrugas finas, igualar el
tono de la epidermis, afinar la textura de la piel y lograr que sea más suave…
El peeling químico es idóneo para pacientes con signos
claros de fotoenvejecimiento (manchas, piel apagada y pequeñas arrugas), para
personas con marcas de acné, piel irregular, poros abiertos, estrato córneo
engrosado, exceso de grasa…
Este tratamiento logra un efecto rejuvenecedor inmediato que
mejora con los días debido a que estimula la creación de colágeno y elastina de
manera natural. La piel aparece renovada y mucho más luminosa, tersa y suave.
Asimismo, las marcas de acné, pequeñas cicatrices, líneas finas y arrugas se
atenúan y los poros lucen más limpios y menos dilatados debido a la exfoliación
del estrato córneo de la epidermis. Finalmente, el aspecto es más luminoso y el
tono de la piel más uniforme.
Cómo se lleva a cabo un peeling químico
Aunque pedimos que el paciente venga con la cara limpia y
sin maquillaje, el tratamiento de peeling médico comienza aplicando sobre el
rostro una loción desengrasante para retirar los restos de sebo y cosméticos
que siempre se acumulan en la superficie de la piel. A continuación, protegemos
las zonas más delicadas de la cara (aletas de la nariz, comisuras de la boca,
zona externa de los ojos…) con vaselina neutra para evitar que se irriten.
Seguidamente, se aplica la mezcla de ácidos por toda la cara y se deja actuar durante un tiempo que oscila entre los dos y los cinco minutos, en función de las características y necesidades de la piel del paciente. La concentración y tipo de ácido (tricloroacético, salicílico, glicólico, pirúvico…) también dependerá del efecto que se quiera conseguir. Una vez transcurrido el tiempo de pose, el compuesto de ácidos se neutraliza con una base alcalina que se vaporiza sobre la piel con un difusor y se retira con una gasa o discos de algodón. Para concluir, se aplica una crema reparadora con factor de protección solar elevado (50+).
Después de un peeling químico
Durante la sesión de tratamiento, el paciente puede notar un
leve picor en el rostro por la acción irritante del producto ácido. Es algo
completamente normal y desaparece en cuanto se neutraliza con el pulverizador.
Al finalizar, la piel puede quedar un poco roja y descamarse levemente en el
transcurso de los días posteriores; también se trata de algo normal.
El paciente debe extremar las precauciones de fotoprotección
usando cremas con FSP 50 en los días posteriores al tratamiento para evitar la
aparición de manchas a causa de la radiación ultravioleta.
Por lo demás, puede maquillarse a las pocas horas de la
sesión y seguir con las rutinas habituales de cuidado facial prestando atención
a no frotar la piel de manera vigorosa en las primeras 24 horas después del
tratamiento.
Qué riesgos tiene un peeling químico casero
La clave para que el tratamiento con peeling químico dé los
resultados esperados es saber elaborar el cóctel de los ácidos que van a formar
parte de la mezcla de ácidos y establecer la concentración que se va a utilizar
para que el peeling sea efectivo, pero no cause secuelas adversas en la piel.
El principal riesgo de hacerse un peeling químico en casa se
deriva, precisamente, del desconocimiento que los pacientes tienen de su propia
piel y de lo que verdaderamente necesita en cada momento.
No es lo mismo tratar a una persona con una piel sana y
gruesa, acostumbrada a tratamientos médicos y dermatológicos, que hacer un
peeling a una persona con una piel delicada o que tenga zonas sensibles, áreas
de rosácea o dermatitis, ya que podría producirle heridas, quemaduras o incluso
marcas permanentes en la piel.
Por otro lado, aplicarse un tratamiento compuesto de ácidos
con una concentración inadecuada o prolongar el tiempo de pose, un error
bastante frecuente por pensar que así será más efectiva, multiplica el riesgo
de irritar la piel en exceso e, incluso, de provocar una quemadura química.
Estas agresiones pueden, a su vez, favorecer la aparición de manchas y
cicatrices, tanto hundidas como elevadas.
Finalmente, las agresiones de la piel favorecen la
reactivación de los herpes, especialmente ahora que, debido al uso continuado
de las mascarillas protectoras frente al coronavirus hay más probabilidades de
que tengamos la barrera cutánea alterada y especialmente vulnerable.
En definitiva, con el peeling químicos en casa corremos el
riesgo de no corregir el problema, además de crear otros nuevos o agravar los
ya existentes.
Qué peelings químicos podemos hacernos en casa
A tenor de todo lo que hemos explicado, antes de hacernos un
peeling químico en casa hemos de tener en cuenta que lo mejor es optar por los
preparados comerciales con concentraciones de principios activos bajitos y
evitar hacer mezclas caseras, ya que en ese caso es más difícil controlar las
proporciones.
En el mercado existen peelings de hidroxiácidos o ácido
salicílico de baja concentración que pueden ofrecernos unos resultados muy
buenos, siempre que se apliquen sobre una piel sana. Para descartar que haya
alguna alteración cutánea (rosácea, dermatitis, alergia, acné…) antes de
adquirir alguno de estos tratamientos es recomendable que un dermatólogo lo
supervise y oriente al paciente sobre su aplicación.
En cualquier caso, también existe la posibilidad de recurrir a los exfoliantes tipo scrub, ya que tienen un efecto renovador sobre la piel, pero son más seguros y se pueden aplicar con mayor frecuencia (dos o tres veces por semana en pieles grasas, por ejemplo).
Contacta con la Unidad de Dermatología Estética del Grupo Pedro Jaén.
Noviembre
2020
Centro Grupo Pedro Jaén