Los pacientes con dermatitis atópica saben por experiencia que aunque consigan controlar los brotes agudos de eccema con el tratamiento apropiado, incluso cuando no están en uno de esos brotes, su piel no es completamente “normal”, sino que tiene tendencia a una gran sequedad, a la descamación, y al picor, como si, en definitiva, se mantuviese un mínimo grado de dermatitis en todo momento
Continuar leyendo →Noviembre
2012