Las infecciones cutáneas de los niños están provocadas por hongos, virus y bacterias. Se estima que la capacidad patógena de los hongos es menor que la de virus y bacterias, pero debemos tenerlas siempre presentes en niños que estén en contacto con ciertas mascotas como roedores y aves, medio rural, y situaciones de hospitalización prolongada o inmunosupresión.