Las verrugas víricas se deben a una infección por un virus y también al igual que los moluscos son frecuentes en la infancia. En este caso, se deben al VPH y pueden afectar también a adolescentes y adultos.
El diagnóstico de los moluscos contagiosos es clínico, basándonos en el aspecto, localización y distribución de las lesiones, no siendo preciso realizar exploraciones complementarias en la mayoría de los casos.
Las verrugas víricas son difíciles de eliminar en algunos casos y pueden requerir varias sesiones de tratamiento. Normalmente empleamos crioterapia combinada con productos tópicos a base de acido salicílico, láser y en algunos casos medicamentos específicos como Imiquimod o 5Fluorouracilo. Este tratamiento deberá ser individualizado en función de la edad del niño, la localización de las verrugas y la extensión de la afectación.