Conoce 12 mitos sobre el acné para evitar creencias erróneas y manejar mejor esta patología en el día a día.
El acné es la enfermedad más frecuente de las que afectan a la piel, ya que más del 90% de los seres humanos lo padecen en mayor o menor grado. Supone el 25% de las consultas al dermatólogo. Al ser una alteración tan frecuente, existen muchos mitos sobre el acné, su causa y su prevención que intentamos aclarar en este artículo.
Principales falsos mitos sobre el acné
1. Se debe a la falta de higiene
En ningún momento se ha demostrado que el acné se produzca por una mala higiene, por lo que no es preciso seguir un modelo de higiene especial. La higiene es necesaria y debe practicarse todos los días, aunque no se requiere un limpiador específico.
2. Padres con acné en la adolescencia, ¿hijos con acné?
Diferentes estudios sugieren un factor genético familiar. Sin embargo, la elevada prevalencia de la enfermedad dificulta extremadamente la evaluación de esta hipótesis. No obstante, se hereda el número y el tamaño de las glándulas sebáceas, así como su actividad secretora. Por tanto, si los padres tuvieron acné grave sus hijos efectivamente están más predispuestos a padecer acné.
3. El tabaco no empeora el acné
Se ha demostrado una asociación entra tabaco y acné, sobre todo en mujeres. El tabaco se comporta como un factor promotor del mantenimiento del acné en la mujer adulta. De hecho, un estudio publicado en la prestigiosa revista British Journal of Dermatology demostró que la mitad de las mujeres fumadoras entre 25 y 50 años padecen acné, frente al 10% de prevalencia de acné entre las no fumadoras.
4. El estrés no influye en el acné
Es indudable que el estrés emocional es capaz de empeorar el acné. Se sabe que el estrés aumenta la excreción de hormonas esteroides suprarrenales, que influyen en las glándulas sebáceas, por lo que puede empeorar de esta forma el acné.
5. Cuando el acné aparece o empeora antes de la menstruación significa que hay una alteración hormonal
Conviene sospechar que existe un trastorno hormonal sobre todo en mujeres con acné de aparición súbita en la edad adulta, que presentan otros signos de androgenismo como pérdida de pelo o aumento de vello corporal, y el acné no responde a los tratamientos convencionales. En concreto debemos descartar un aumento de producción de hormonas masculinas (andrógenos), ya sea de origen ovárico o suprarrenal. Sin embargo, el hecho de que el acné aparezca o empeore entre 2-7 días antes de la menstruación no indica que exista una alteración hormonal.
6. La masturbación causa acné
Este es uno de los mitos sobre el acné más conocidos. Entre la comunidad científica pensamos que la asociación entre sexo, masturbación y acné es un tema superado, pero realmente no es así. Ello lo muestra, por ejemplo, las entradas de acné y sexo en el buscador más usado. Probablemente el sexo sigue siendo un tema mucho más tabú de lo que pensamos en las conversaciones entre adolescentes y adultos. La actividad sexual no influye en la presencia o persistencia del acné.
7. Los cosméticos no influyen en el acné
El acné por cosméticos es el acné debido al uso de sustancias cosméticas con poder comedogénico. Es más común en mujeres. La localización habitual es la zona peribucal (alrededor de la boca) y las ramas mandibulares. Los cosméticos llamados “libres de grasa” (“oil-free”) son aquellos que contienen escasa cantidad de grasa, aunque una ausencia de grasa absoluta es casi imposible. De hecho muchos productos están etiquetados como no comedogénicos, pero desafortunadamente esta información no siempre tiene un soporte científico que la sustente y garantice, lo que supone una importante fuente de controversia y polémica.
8. Ningún medicamento favorece la aparición de acné
Existe un amplio número de fármacos con los que se han descrito erupciones acneiformes. Litio, hidantoína, isoniazida, corticoides, algunos anticonceptivos orales e incluso vitaminas del grupo B son solo algunos ejemplos.
9. La isotretinoína oral provoca cicatrices o “marcas” de acné
En absoluto. Cuanto antes se paute el tratamiento del acné menos cicatrices quedarán, ya que estas “marcas” son consecuencia de las lesiones quísticas de acné. Si iniciamos el tratamiento a edades muy tempranas quedarán muchas menos secuelas ya que evitaremos la aparición de estas lesiones.
10. Comer chocolate hace que te salgan granos
Falso. Una dieta saludable contribuye a lucir una piel más bonita y luminosa en general, pero el acné obedece a factores hormonales, de manera que comer chocolate o chorizo —un alimento que también se relaciona erróneamente con el acné— no incide en su aparición o evolución.
11. Tomar el sol elimina el acné
Mentira, este es otro mito sobre el acné muy extendido. Siempre se ha dicho que en verano el acné remite, pero no es así. Los baños de sol resecan la piel y puede dar la sensación de que los granitos desaparecen; sin embargo, la causa es la hiperproducción de sebo, un factor que no se reduce con la exposición solar. Es más, tomar el sol con la esperanza de hacer desaparecer los granos puede ser contraproducente, ya que normalmente se hace sin crema fotoprotectora —por temor a añadir más grasa—, un factor que incrementa el riesgo de quemaduras solares y cicatrices locales.
12. Explotar los granos no es malo
Incorrecto. Este gesto incrementa el riesgo de causar infecciones y, sobre todo, de dejar una cicatriz bastante fea. La cosa es más peligrosa cuando se trata de granos en la zona del labio superior, por la presencia de gran cantidad de vasos sanguíneos que irrigan el cerebro. Si hacemos una escabechina en este lugar, corremos un el riesgo de causar inflamación en los vasos encargados de oxigenar y nutrir nuestro cerebro.
Lo mejor para hacer desaparecer un comedón cerrado es tener un poco de paciencia y aplicar productos específicos recomendados por el dermatólogo para acelerar el proceso de desinflamación.
Se trata de cremas o lociones altamente astringentes que secan el grano más deprisa. Con respecto a los comedones abiertos o puntos negros, estos no implican los peligros de sus colegas cerrados, de manera que pueden quitarse fácilmente. Lo idóneo es que se haga en un centro de estética o en la consulta del dermatólogo en los casos más severos en los que hay que hacer un peeling previo para facilitar la salida del contenido del comedón.
Y hasta aquí el mensaje que, como especialistas, tenemos obligación de darte. No obstante, los que nos dedicamos al cuidado de la piel somos conscientes de que la recomendación tiene, en líneas generales, un efecto nulo sobre la mayoría de la población adolescente… y no tan adolescente que, en cuanto ve un grano, se lanza en plancha a despachurrarlo usando cualquier cosa que tenga a su alcance: las propias uñas, agujas, alfileres… Todo vale con tal de desalojar el contenido de estos pequeños cráteres.
¿Cómo hacerlo de la mejor manera posible? Si el comedón está muy cerrado y no se aprecia la salida del poro, por favor, no hagas nada. En estos casos, si el contenido no logra salir al exterior, acabará yéndose hacia dentro, lo cual puede ocasionar un dolor y una infección considerable. Si el grano está a punto de caramelo, asegúrate de lavarte bien las manos y de llevar las uñas cortas. Aun así, cubre los dedos con un pañuelo de papel para no lesionar la piel con el borde de las uñas y desinfecta la zona. Presiona suavemente a ambos lados del grano, retira el contenido con un algodón que no suelte pelusa o pañuelo de papel y ¡no insistas!
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Referencias y autoría del contenido
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