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Las cejas complementan la función de los párpados a la hora
de proteger los ojos. Sirven para filtrar la radiación solar y evitan que el
sudor, la lluvia, el polvo u otras partículas arrastradas por el viento entren
o golpeen la superficie ocular. Además de esta función, las cejas son
imprescindibles para expresar nuestro estado de ánimo o nuestros sentimientos.
La sorpresa, el enfado o la duda no quedarían tan claras si no pudiéramos usar
las cejas para mostrar estas emociones.
En el plano puramente estético, las cejas sirven para
enmarcar la mirada y darle al rostro un aspecto armónico y natural. De hecho,
perder las cejas altera por completo la apariencia y la expresión facial. Tanto
es así que uno de los motivos que más angustia a los pacientes que vemos en las
consultas de nuestra Unidad de Tricología y Trasplante Capilar es la pérdida
del pelo de las cejas.
Recientemente, el Dr. Óscar Muñoz, uno de los especialistas
de nuestra unidad, tuvo oportunidad de hablar sobre este tema en el Simposio
sobre cirugía oculoplástica organizado por la Sociedad Española de Cirugía Plástica Facial en Barcelona.
Por qué se produce la alopecia de cejas
A pesar de la pérdida de densidad natural de las cejas con
el paso del tiempo, existen muchas causas de pérdida de pelo en las cejas. Los
tres orígenes de alopecia de cejas más frecuentes son:
Sufrir alopecia areata
Se trata de una enfermedad
autoinmune que afecta a los folículos pilosos y provoca la caída del cabello.
La alopecia areata puede darse en solitario, pero es habitual que vaya asociada a otras
alteraciones autoinmunes como como el vitíligo o el hipotiroidismo.
Tener alopecia frontal fibrosante
En este caso, la pérdida
del pelo es especialmente llamativa porque afecta a la primera línea del cuero
cabelludo, produciendo un efecto de retroceso del llamado nacimiento del pelo y
un agrandamiento de la frente y las patillas. En las zonas alopécicas aparece
tejido cicatricial y el paciente sufre un gran impacto estético. La alopecia frontal fibrosante es más frecuente en mujeres después de la menopausia, pero
puede afectar a féminas y varones de cualquier edad.
Arrancamiento
Haber usado durante muchos años métodos
depilatorios de tracción (pinzas, generalmente) para arrancar el vello de raíz
con excesiva fuerza o periodicidad.
Estoy perdiendo las cejas ¿qué hago?
Parece una obviedad, pero ante un caso de alopecia de cejas
lo primero que hay que hacer es acudir a la consulta de un dermatólogo
tricólogo que evalúe cuidadosamente el caso y establezca un diagnóstico diferencial.
La importancia de contar con un diagnóstico correcto reside
en el hecho de que la pérdida de las cejas puede ir asociada a otros tipos de
alopecia de las más de 100 que existen. No todas se tratan igual, de manera que
es importante diferenciar correctamente unas de otras para implantar la terapia
más efectiva según cada caso.
Por otra parte, la pérdida de pelo en las cejas puede estar
vinculada a otros trastornos de salud como el hipotiroidismo, a enfermedades
autoinmunes como el lupus, o ser una manifestación de la tricotilomanía, un
trastorno emocional que consiste en arrancarse los pelos de las cejas y las
pestañas de manera compulsiva en situaciones de estrés.
En estos casos, además de instaurar un tratamiento
específico para que el paciente recobre el pelo perdido, será conveniente
atajar el resto de patologías subyacentes que puede presentar el paciente.
Tratamientos de la alopecia de cejas
Minoxidil
Este fármaco es uno de los imprescindibles en el arsenal terapéutico contra la alopecia. Utilizado inicialmente para tratar la hipertensión arterial, fue rediseñado como terapia para recuperar el cabello perdido tras observar que uno de los efectos secundarios es que hacía crecer el pelo. A lo largo de los años, se ha comprobado que el minoxidil oral y tópico mejora el crecimiento folicular porque favorece el flujo sanguíneo y el aporte de oxígeno al folículo piloso.
Prostanoides
Los análogos de las prostaglandinas se usan en el tratamiento de la alopecia de cejas y pestañas por su capacidad para hacer crecer el cabello. Este efecto se observó en investigaciones con colirios formulados a base de prostaglandinas para el tratamiento del glaucoma. De ahí partió esta vía de investigación cuyo resultado ha sido medicación para tratar la alopecia de cejas y pestañas.
Otros medicamentos
Las alopecias que cursan con inflamación o que están asociadas a trastornos autoinmunes pueden beneficiarse de la administración de antiinflamatorios, corticoides o inmunomoduladores tópicos o infiltrados según el criterio del especialista.
Tatuaje y microblading
Se trata de un tratamiento cosmético que puede usarse solo o como complemento del resto de terapias contra la alopecia de cejas para rellenar alguna zona en la que no se haya recuperado el pelo o para dar mayor densidad a las cejas poco pobladas. Estos recursos se basan en diseñar y pigmentar la zona de la ceja con maquillaje permanente o semipermanente imitando la forma y el color de las cejas originales. Las técnicas de pigmentación han evolucionado mucho en estos últimos años con el objetivo de lograr resultados armónicos y naturales. De esta manera, el diseño de la forma se hace atendiendo a la del resto de la cara y al hecho de si el paciente es hombre o mujer. Asimismo, el color del pigmento se escoge en función del tono de los ojos, la piel y el cabello del paciente. En líneas generales, el microblading consigue resultados más naturales gracias al procedimiento de pintar las cejas pelo a pelo. Se trata de una técnica no permanente que hay que renovar cada cierto tiempo.
Trasplante de cejas
Se trata de una alternativa quirúrgica
cuando se busca aumentar la densidad capilar que no ha sido posible lograr con
el resto de tratamientos farmacológicos o si se desea una solución permanente.
Se trata de un procedimiento más demandado entre las mujeres, dado que la
alopecia de cejas es más frecuente entre ellas. Asimismo, son especialmente las
mujeres quienes suelen percibir más negativamente el impacto que provoca la
pérdida de cejas en su aspecto físico.
En qué consiste el trasplante de cejas
El trasplante de cejas es un injerto autólogo; es decir, el
tejido trasplantado se extrae del propio paciente. El objetivo fundamental de
esta intervención es recuperar el marco de la cara y el procedimiento es muy
similar al injerto de pelo en el cuero cabelludo que realizamos
fundamentalmente en varones. Consiste en extraer unidades foliculares sanas y
trasplantarlas en las cejas para repoblarlas sobre un diseño que hacemos
previamente a modo de plantilla.
Generalmente, el pelo que se va a trasplantar se extrae de
la nuca u occipucio del cuero cabelludo, aunque también puede haber ocasiones
en los que lo saquemos de los brazos, el pecho o la barba; en el caso de los
hombres.
Para ello, el día de la intervención se rapa un área pequeña
en la zona donante que posteriormente se sutura para que resulte invisible y
quede oculta entre el resto del cabello después del trasplante. Dado que hay
que usar muchos menos folículos, la intervención de trasplante de cejas es más
breve que el injerto capilar convencional y suele resolverse en una mañana o en
una tarde.
Para llevar a cabo el trasplante de cejas habitualmente
usamos anestesia local inyectada directamente en la piel.
Particularidades del trasplante de cejas
Además de la duración, el trasplante de cejas tiene alguna característica
específica más con respecto al injerto del cuero cabelludo. El primer lugar,
hay que ser muy cuidadoso con el diseño de las cejas para conseguir una forma
respetuosa con la anatomía facial del paciente y un resultado natural después
de la operación.
Asimismo, hay que colocar los folículos de manera angulada
para que el crecimiento del pelo sea igual que el de las cejas naturales.
Con respecto a los riesgos y complicaciones, el trasplante
de cejas suele presentar pocos y de carácter leve, como dolor y edema frontal.
Ambos síntomas se resuelven en pocos días con analgesia convencional y
aplicación de frío local. En cualquier caso, no deja de tratarse de una
intervención quirúrgica, de manera que hay que estar vigilantes por si se
produjeran otros efectos secundarios más severos, tales como sangrado o
infección. Estos contratiempos son poco frecuentes y tienen un tratamiento
sencillo.
En cuanto a los resultados, los del injerto de cejas se
aprecian entre seis y ocho meses después de la intervención, frente al año que
se tarda en ver los del injerto capilar normal.
Finalmente, los pacientes que se han sometido a un trasplante de cejas deben llevar a cabo unas normas muy sencillas de mantenimiento consistentes, básicamente, en evitar la exposición solar para facilitar la cicatrización y recortar el pelo trasplantado periódicamente para mantener una longitud acorde a la de las cejas naturales, ya que durante un tiempo el vello del injerto sigue creciendo al mismo ritmo que lo hacía cuando estaba en la cabeza durante los primeros años tras el trasplante.
Diciembre
2019
Centro Grupo Pedro Jaén